
El modelo de requisitos es el primer modelo a
desarrollarse, sirviendo de base para la formación de todos los demás Modelos
en el desarrollo de software. En general, el cualquier cambio en la
funcionalidad del sistema es más fácil de hacer, y con menores consecuencias, a
este nivel que posteriormente. El modelo de requisitos que desarrollaremos
se basa en la metodología Objectory (Jacobson et al. 1992), basada
principalmente en el modelo de casos de uso.
Actualmente esta metodología es parte del Proceso
Unificado de Rational (RUP).
REQUISITOS: El
modelo de casos de uso sirve para expresar el modelo de requisitos, el cual se
desarrolla en cooperación con otros modelos como se verá más adelante.
ANÁLISIS: La
funcionalidad especificada por el modelo de casos de uso se estructura en el
modelo de análisis, que es estable con respecto a cambios, siendo un modelo
lógico independiente del ambiente de implementación.
DISEÑO: La
funcionalidad de los casos de uso ya estructurada por el análisis es realizada
por el modelo de diseño, adaptándose al ambiente de implementación real y
refinándose aún más.
IMPLEMENTACIÓN: Los
casos de uso son implementados mediante el código fuente en el modelo de
implementación.
PRUEBAS: Los
casos de uso son probados a través de las pruebas de componentes y pruebas de
integración.
DOCUMENTACIÓN: El
modelo de casos de uso debe ser documentado a lo largo de las diversas actividades,
dando lugar a distintos documentos como los manuales de usuario, manuales de
administración, etc.
El propósito del modelo de requisitos es
comprender completamente el problema y sus implicaciones. Todos los modelos no
solamente se verifican contra el modelo de requisitos, sino que también se
desarrollan directamente de él. El modelo de requisitos sirve también como base
para el desarrollo de las instrucciones operacionales y los manuales ya que
todo lo que el sistema deba hacer se describe aquí desde la perspectiva del
usuario.
El analista debe separar entre los requisitos
verdaderos y las decisiones relacionadas con el diseño e implementación. Se
debe indicar cuales aspectos son obligatorios y cuales son opcionales para
evitar restringir la flexibilidad de la implementación. Durante el diseño se
debe extender el modelo de requisitos con especificaciones de rendimiento y protocolos
de interacción con sistemas.
El modelo de comportamiento, basado
directamente en el modelo de casos de uso, especifica la funcionalidad que
ofrece el sistema desde el punto de vista del usuario. Este modelo utiliza dos
conceptos claves: actores para representar los distintos papeles que los
usuarios pueden jugar con el sistema, y casos de uso para representar qué pueden
hacer los actores con respecto al sistema El modelo de presentación o
modelo de interfaces o borde especifica cómo interactúa el sistema con actores
externos al ejecutar los casos de uso, en particular, en los sistemas de
información ricos en interacción con el usuario, especifica cómo se verán
visualmente las interfaces gráficas y que funcionalidad ofrecerá cada una de
ellas. El modelo de información o modelo del dominio del problema
especifica los aspectos estructurales del sistema. Este modelo conceptualiza el
sistema según los objetos que representan las entidades básicas de la
aplicación. Aunque en muchas metodologías se permite especificar la
funcionalidad completa del sistema utilizando el modelo del dominio del
problema, incluyendo operaciones formales sobre los objetos correspondientes a
un como apoyo al modelo de casos de uso y no como una entidad totalmente
independiente.
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